Feliz Año Nuevo 2021 a todas nosotras RMI familia!

Damos gracias a Dios por esta nueva oportunidad de disfrutar y celebrar la vida con entusiasmo y visión positiva a pesar de la condición global que estamos enfrentando.

Incluyendo en nuestro agradecimiento el evento cuando tuvimos el pasado 26 de diciembre el 130 aniversario de la muerte de Santa Vicenta Maria y el comienzo del Año de la Fraternidad en toda la congregación. 

Fue un día de alegría para cada una de nosotras RMI porque pudimos unirnos congregacionalmente, al principio, tuvimos el material de oración común durante la oración de la mañana preparado por la hermana Berenice y tuvimos la celebración eucarística en cada comunidad.El día también se celebró con las jóvenes que viven con las hermanas en algunas comunidades de la región. Todas estaban involucradas en el tiempo de oracion; ayudándose unas a otras en la preparación de la comida, y el tiempo de recreación: un programa corto y juegos mientras escuchando la canción de la hermana Mónica Pérez. Verdaderamente el espíritu de comunión estaba allí dentro de nosotras.

Estamos muy seguras de que nuestra Madre Fundadora está feliz de vernos a todas unidas. Que siga intercediendo por nosotras siempre.

La RMI Región Filipina fue invitada por la Asociación del Superior Religioso Mayor a participar en esta actividad nacional haciendo un villancicos y al mismo tiempo para presentar al público nuestro carisma específico y apostolado. Participaron diferentes congregaciones de religiosos y religiosas. Qué hermosa experiencia vernos unidos en amor y servicio respondiendo nuestro llamado con alegría y gratitud expresándolo de muchas maneras y a través de este canto.

En la noche de ese día todas estábamos emocionadas de encontrar a nuestras hermanas de diferentes comunidades de todo el mundo para la apertura del año de la fraternidad encabezada por nuestra madre general Daria Fernández. Como nos habíamos visto a través de zoom la emoción y el interés estaba muy vivo. Cada una tenía el deseo de expresar con alegría lo que había dentro de ellas. Es cierto que con diferentes idiomas no podemos comprender fácilmente lo que a otras les gustaría decir, pero lo que es cierto y común es que pertenecemos a una familia que acoge universalmente; eso es lo que somos como RMI.