“Abrasadas en el fuego de la caridad!” (SVM)
En este clima fraterno vivimos la experiencia de nuestra Asamblea Provincial; un rico compartir de las Hermanas Capitulares, Hna. Isidora Bermúdez, Hna. Mª Francisca Enríquez Gómez, Hna. Indiara Mª Siqueira y Hna. Carmen Minero. Se veía en los ojos y en el corazón de cada una de ellas que las experiencias vividas allí en Roma verdaderamente no se quedarían solamente en un bonito recuerdo o en papeles y más papeles.
Así como los primeros discípulos tuvimos con ellas y entre nosotras la experiencia de un “Re” Pentecostés, un “Re “avivamiento de nuestras energías personales, comunitarias y apostólicas; y “Re “vivir de rasgos carismáticos tan sencillos que, a veces, en la rapidez de la vida nos olvidamos… no porque queremos olvidar… pero si porque el ritmo que llevamos nos ‘obliga’ a un “olvidar” detalles y que, a través de las “re” novedades presentadas, hemos tomado nuevo ánimo y confirmamos que en nuestras raíces encontramos la savia para seguir viviendo el hoy con el mismo empeño, querer e interés de ayer y por siempre… que depende de nosotras aquí “mantener encendida la lámpara de nuestro Carisma”.
Esperanza y confianza en el querer de Dios fueron los sentimientos más destacados por las hermanas de la Asamblea y podemos, por así decir que “Dios ha estado grande con nosotros y por eso estamos alegres” (Salmo 125,3).
Y, para tener este momento bien completo, el mismo Señor nos regaló el día 21, unidas a la Virgen María y Hna. Isidora Bermúdez (que en este año ha completado sus 50 años de Vida Consagrada) renovar nuestra consagración con la certeza de que “Él nos abrió los ojos y el corazón”.
Ahora, al volver cada una a sus comunidades, así como nos indican nuestros Documentos Capitulares, lo que nos toca es “hacer vida” todo lo experimentado y “consumar” como Jesús, la “Re “entrega cotidiana… con el mismo querer e interés como se fuera la primera vez.