Estos días de gracia van llegando a su fin y con ellos los trabajos capitulares. Iniciamos el día en la presencia del Señor, en la sala capitular las Hermanas de las Casas Curia nos animaron con un hermoso canto al Espíritu, la Ruah, “aliento de Dios en nosotras”… para invitarnos a reconocer en todo este trayecto realizado juntas, su acción constante en la asamblea. Luego con unas imágenes y música, contemplamos cómo hemos ido tejiendo cual en un telar, desde los distintos clamores,  las respuestas que queremos dar a la Congregación. 

Ha sido un día de ir tensando las cuerdas de nuestra sinfonía capitular, en clave de discernimiento, hemos ido afinando la melodía, dando las notas para mañana entonar nuestro canto.

La mañana la tuvimos para trabajar en las comunidades, ultimando conclusiones para debatir por la tarde en la asamblea capitular. Al final de la tarde, como siempre, la eucaristía como broche de oro del día y luego la cena fraterna. 

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Esta noche se ven a todas las comisiones trabajando. Estamos en un verdadero “laboratorio”… Estamos pensando cómo poder compartirles a cada una, que están en las comunidades esta hermosa experiencia de comunión en la diversidad. Nos encomendamos a sus oraciones. Mañana es el día final en la Comunidad Capitular, para empezar a dar vida a todo lo que se ha ido gestando en nuestras comunidades… 

Dia de escucha total, día de “asentir”,  dando forma a nuestro trabajo… con la certeza de que el camino recorrido ha sido bajo la mirada de nuestro Dios, con la aceptación de María nuestra Madre Buena, que cada día nos ha dejado la tarea de “hacer lo que El les diga” y henos palpado la presencia de Vicenta María en esa búsqueda gozosa de la Voluntad de Dios y hacerla nuestro Norte único.

Siempre acompañadas por las Hermanas, MOLAVIM, amigos… que con su oración nos han sostenido, por infinitos rostros de jóvenes…, por todo damos gracias a Dios.

Las tenemos muy presentes en nuestros corazones… Con todo cariño

Sus hermanas de la Provincia Andina