Es propio de nuestra espiritualidad ignaciana el saborear pausadamente para discernir, el valerse de las repeticiones para poder obtener las pepitas de oro que están escondidas entre las piedras y el lodo de una mina.
Hoy al dejar que resonara en nuestros corazones lo presentado al Capítulo por Madre General y su Consejo, brotó espontáneo un sentimiento de gratitud. Gratitud a Dios por tanta vida que porta y trasmite nuestro Carisma. Gratitud por el testimonio y la animación que hemos tenido desde el Gobierno General y que ha impulsado a toda la Congregación a andar por los caminos de Dios en la senda de lo cotidiano.

Hemos tenido una jornada de reflexión sobre lo escuchado, de lectura, de intervenciones, de enriquecernos y dar gracias por el camino recorrido hacia la meta.
Acabamos el día con un rato de distensión juntas… como es costumbre en nuestra Congregación, en nuestra familia, con el recreo en nuestra querida sala de Santa Teresa.
Seguimos rezando por el capitulo y por todas las intenciones de la congregación.
Un abrazo
Comunidad de Bobo-Dioulasso
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Muy queridas y admiradas Madre y Hermanas Capitulares: ¿Que voy a deciros? Pues, que es tanto, lo que me interesa y AMO, la Congregación, que, solo puedo deciros: «YO soy el Camino, la verdad y la Vida» Pues con El, quien no lo recorre? E iluminadas, por esa»Llama» continuada, LUZ, indescriptible… Y, la «META», eterna fusión, abrazo con el Padre.
Pido una continuada presencia de la Inmaculada y de nuestra Santa
Madre Vicenta María, para vosotras y todas nuestras Comunidades y MOLAVIM.
Un abrazo y oraciones.
Mª Eseranza Usera de Mesa
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