Doy gracias a Dios por la vida de Madre Carmen Churruca. Por su vida de fidelidad discreta y comprometida de virtud auténtica en tiempos difíciles. Doy gracias por el ejemplo que nos dio en el cuidado de la Formación de sus junioras, por su humildad y carga de humanidad en gestos de verdadera caridad. Ni un día de Navidad, dejó de pensar, a la hora de la comida, en quienes todavía podían no haber comido… Y pidió a Hna. S. Gabriel que llevara a las familias de los regalos que tenían. ¡Fiel colaboradora también, Hna. S. Gabriel, que parecía no conocía el cansancio!
¡Magnificat! por las vidas santas que nos han precedido.
Doy gracias a Dios por la vida de Madre Carmen Churruca. Por su vida de fidelidad discreta y comprometida de virtud auténtica en tiempos difíciles. Doy gracias por el ejemplo que nos dio en el cuidado de la Formación de sus junioras, por su humildad y carga de humanidad en gestos de verdadera caridad. Ni un día de Navidad, dejó de pensar, a la hora de la comida, en quienes todavía podían no haber comido… Y pidió a Hna. S. Gabriel que llevara a las familias de los regalos que tenían. ¡Fiel colaboradora también, Hna. S. Gabriel, que parecía no conocía el cansancio!
¡Magnificat! por las vidas santas que nos han precedido.
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